Hace 100 años, el 5 de diciembre de 1901, nació Werner Heisenberg, uno de los padres de la mecánica cuántica. Desde su natal Würzburg se mudó después a München, donde su padre August se desempeñó como Profesor de idioma griego en la Universidad muniquesa. Esto determinó que sus estudios universitarios comenzaran precisamente allí, tomando temprano contacto con físicos como Sommerfeld y Wien. Realizó una corta pero determinante pasantía en Göttingen pasantía desde fines de 1922, trabajando con científicos de la talla de Born, Franck y Hilbert. Regresó a München en 1923 para completar su doctorado, para luego retornar a Göttingen donde obtuvo su primer cargo académico.

La carrera científica de Heisenberg fue agitada y exitosa, estando en contacto directo con los principales físicos mundiales de la época. Apuntemos rápidamente que sus sucesivos nombramientos lo llevaron a Copenhague (donde "jugó de local" en el célebre encuentro de 1926 del cual emergió la interpretación probabilística de la mecánica cuántica), luego a Leipzig, Berlín, para regresar por su ruta de partida a través de Göttingen y München, donde lo sorprendió la muerte en 1976. Antes de la guerra ya era conocido en todo el mundo, viajando a dar conferencias invitadas a lugares tan apartados como Estados Unidos, India y Japón, después de recibir el Premio Nobel en 1932.

Fue durante su estadía en Berlín (1941-1945) que tuvo a su cargo la investigación del proyecto de la bomba atómica alemana en el Instituto Kaiser Wilhelm (ahora llamado Max Planck) de Química Física, ubicado en el elegante barrio de Dahlem. Pocos fracasos se cuentan en la trayectoria de Heisenberg, pero, afortunadamente para el fin de la guerra, su idea de una rápida reacción en cadena no prosperó. Su trabajo en este proyecto le transformó en científico clave y, conjuntamente con otros físicos alemanes, fue detenido por las tropas norteamericanas y enviado a prisión en Inglaterra en la posguerra. En 1946 retornó a Göttingen para reorganizar el Departamento de Física y continuó finalmente a München donde estableció el Instituto Max Planck de Física y Astrofísica.

Los últimos años de su carrera estuvieron dedicados en buena medida a la administración de programas científicos, como los institutos Max Planck ya aludidos, el Deutsche Forschungsrat (Concejo de Investigación Alemán) y la Fundación von Humboldt. Un sello de su conducción fue abrir los contactos de la ciencia alemana hacia el exterior, estilo que se mantiene hasta la actualidad. En paralelo, sus últimos esfuerzos científicos estuvieron orientados a encontrar una teoría unificada para partículas elementales.

Werner Heisenberg será siempre recordado por su formulación matricial de la mecánica cuántica pero, por sobre todo, por su célebre principio de indeterminación, concebido tempranamente en su vida. En términos sencillos, éste se expresa como: "no se puede determinar simultáneamente la posición y la velocidad (o momentum) de una partícula, pues se requiere alterar una de ellas para medir la otra". Esto se extendió luego a otros pares de variables conjugadas. La influencia de este principio en filosofía ha sido muy importante pues muestra que el observador afecta con su observación la situación que pretende registrar. O dicho de otra forma, la observación totalmente objetiva no es posible.

A su muerte le sobrevivieron su esposa Elisabeth y siete hijos.

Eugenio E. Vogel
Temuco, Diciembre 2001