Freeman Dyson es uno de los grandes físicos teóricos vivos que contribuyó decisivamente al desarrollo de la electrodinámica cuántica. Es decir la teoría que describe con impresionante precisión cómo un quantum de luz interactúa con un electrón. Las contribuciones fundamentales de Dyson a estos desarrollos son técnicas y físicas y son esenciales para los desarrollos que tuvieron lugar en toda la física de altas energías contemporánea.

Los orígenes de los procedimientos técnicos en la electrodinámica cuántica, son casi exclusivamente debidos a Dyson y que después fueron formalizados por muchos otros físicos. A pesar de la importancia del trabajo de Dyson, la mayor parte de los resultados obtenido en la teoría cuántica de campos posteriormente, no ponen en el lugar que le corresponde a este gran físico que –aparte de sus aportes en electrodinámica cuántica- su trabajo, humanismo y visión de la ciencia ha abarcado prácticamente todos los campos de la física.

Dyson nació en Inglaterra en 1923 y fue el segundo hijo de una familia de clase media inglesa. Su padre fue un profesor y compositor de música docta en Cambridge y su madre una egresada de leyes la que nunca ejerció su profesión.

En una autografía escrita por el mismo Dyson en 1979, él recuerda la tranquilidad de su hogar y el no haber escuchado nunca una discusión entre sus padres.

La afición de Dyson por los aspectos intelectuales comenzó desde muy pequeño cuando alrededor de los 8 o 9 años escribió una larga novela no terminada que le regaló a su madre y que su hermana, Alice, recuperó cuando la madre de Dyson falleció a los 94 años de edad en la década de los setenta.

A medida que Dyson fue creciendo sus aficiones intelectuales (que siempre cubrieron un amplio espectro) se fueron orientando hacia la matemática y la física teórica.

Cuando entró como estudiante al Trinity College, tomó cursos con los grandes profesores de su tiempo, nombres como Dirac, Hardy y Littlewood fueron sus maestros pero, como el mismo Dyson lo confesaría más tarde, no fueron ellos quienes ejercieron la influencia que se podría pensar de estos científicos eminentes.

Los hombres que si ejercerían una profunda influencia en él fueron Hans Bethe y Richard Feynman. Cuando Dyson llegó a la Universidad de Cornell para realizar su doctorado, como lo evocaría años tarde, las intensas discusiones con Bethe, el sentido del humor, la rectitud de los principios y la generosidad para transmitir sus ideas le proveyeron del estilo de vida que Dyson siempre ha sostenido.

A las cuatro semanas de llegar a Cornell, Hans Bethe le sugirió el primer problema a Dyson que consistió en recalcular el corrimiento de Lamb usando el formalismo de Tomonaga y Schwinger y el análisis de las divergencias que allí aparecían.

Este trabajo fue publicado en uno de los números del Physical Review de 1947 y marcó el primer hito en la carrera de Dyson.

Por esa época ya se había incorporado R. Feynman como profesor a la Universidad de Cornell y comenzaba por esos años, ya ha estudiar la electrodinámica cuántica usando el método espacio tiempo. Fue Feynman quién esta vez lo proveyó de otro estilo de hacer física.

A partir de ese momento, el trabajo de Dyson tomó un rumbo absolutamente inesperado al que se había trazado en las discusiones con Bethe. Entre los años 48 al 52 se concentró completamente en el desarrollo de la electrodinámica cuántica. Gracias a esta serie de trabajos, Freeman Dyson llegaría a ser reconocido en el mundo entero.

Solo como una nota incidental, Dyson recibió una oferta para incorporarse al célebre Instituto de Estudios Avanzados de Princeton a mediados de los cincuenta la que aceptó. Es curioso notar que él nunca llegó a escribir su tesis de doctorado y es un ejemplo más de un eminente científico que no se interesó por obtener su grado de Ph.D.

El trabajo de F. Dyson se orientó a diversos problemas importantes para los cuales una corta biografía no le hace justicia.

Los nuevos trabajos que comenzó a estudiar Dyson después de la electrodinámica cuántica, cubren un amplio espectro que van de problemas puramente matemáticos, pasando por la biología, los aspectos no lineales de sistemas de baja dimensionalidad, así como también el estudio de formalismos para el desarrollo computadores.

Dr. J. Gamboa, Universidad de Santiago de Chile