Una extraña mezcla de admiración y desconcierto se apoderó de mi la primera vez que observé un frasco de Mariotte.  En un comienzo me sentí desorientado, incluso confundido, puesto que aquel modesto artefacto parecía desafiar ideas profundamente arraigadas durante mis años de estudio. 

A través de un pequeño orificio practicado en la base de un recipiente repleto de agua, emergía un chorro uniforme de líquido, vale decir, la corriente no perdía rapidez, pese al continuo descenso del nivel de agua Como si esto fuera poco, el frasco contenía otros dos orificios por los cuales no salía agua.  ¿Por qué el chorro  no pierde fuerza en la medida que desciende el nivel de líquido, tal como exige la ley de Torricelli? ¿Por qué no fluye agua por los restantes agujeros? ¿Acaso mis conocimientos de mecánica de fluidos estaban flaqueando?

¿Quiere saber más?

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